Irene es una guía intérprete del patrimonio con alma de periodista.
Si no te lo crees pasa por su perfil de Instagram para ver la calidad de los contenidos que nos comparte.
También es amante de la buena gastronomía y cada dos por tres la pillas enseñándonos un nuevo lugar donde comer de lujo en la capital.
Además de todo esto, Irene es también emprendedora.
Y esto es lo que me ha contado en esta nueva entrega de Mujer tenía que ser:
¿Irene, por qué decidiste montar tu propio proyecto turístico?
Trabajaba en diferentes empresas que me explotaban, hablando claro. Así que decidí que estaba harta y que no me tomaban más el pelo.
Si tuvieras que empezar de nuevo, ¿en qué invertirías tus primeros 100€?
En una página web o en formación, creo que ambos son esenciales.
¿Cuál ha sido tu mayor obstáculo? ¿Has encontrado alguno por ser mujer?
Mi mayor obstáculo ha sido que me tomaran en serio.
Me encontré con que yo realizaba visitas guiadas a un precio menor que otros guías (hombres) cosa que me hizo empoderarme y subir mis precios.
Aun así, siempre tienes que dar explicaciones de por qué tu trabajo cuesta lo que cuesta, aún costando todavía un poco por debajo del precio de mercado de algunos compañeros hombres.
¿Cuál es el fracaso «del que te has llevado un mayor aprendizaje»?
He confiado en diferentes personas que querían hacer negocios conmigo y que posteriormente me han defraudado, mucho, queriendo regatear el precio por mi trabajo a pesar «de estar enamorados del mismo».
¿Cómo te repones después de un tropiezo en tu negocio?
Reinventarse es la única solución, aunque a veces sea muy pesado, y los ánimos fallen.
¿Cuál es el éxito del que te sientes más orgullosa?
Haber levantado yo sola una empresa que ha dado trabajo a otras personas y que me ha enriquecido de muchas maneras.
Me he sobrepuesto a muchas situaciones que creía imposibles y me he reinventado y metido en otros proyectos con compañeros y compañeras (casi siempre mujeres en mi misma situación a decir verdad). He comprobado que en este sector, un poco masculinizado, las mujeres formamos una gran piña y somos un gran apoyo.
Si supieras que todos los profesionales del sector turístico te están escuchando, ¿qué mensaje les mandarías?
Que confíen. Que confíen en los nuevos profesionales y en las nuevas formas de hacer negocio.
Que una mujer joven no es menos que un hombre con 20 años de experiencia, ya que puede que ese profesional no se haya renovado jamás y tú tengas miles de conocimientos nuevos que aportar.
También que apuesten por las mujeres, que emprenden y se arriesgan. Que se dejen de remilgos y de titulitis.
Hay magníficos profesionales en el sector turismo que no tienen por qué tener 100.000 títulos, pero tienen 100.000 experiencias mucho más enriquecedoras en la práctica.
¿Qué consejo le darías a alguien que está pensando en emprender en turismo?
Que no pare. En turismo la formación es continua, la lucha es continua y sin duda alguna, si es su sueño, será el mejor trabajo que pueda tener.
¿Qué no le recomendarías que hiciera por nada del mundo?
Que nunca deje que le digan cuanto cuesta su trabajo ni dude de su valía.
¿Qué es eso que mantiene tu ilusión para seguir adelante a pesar de las dificultades?
Nuevas metas, nuevos horizontes, sensaciones…
A fin de cuentas este trabajo es un continuo aprendizaje y a las personas que nos encanta nutrirnos continuamente de nuevas experiencias, información y personas, ESTE ES NUESTRO TRABAJO IDEAL.
Y no podemos dejar de luchar por él. Aunque sea duro, aunque quieras dejarlo, siempre hay alguien en este sector que te puede echar una mano. Solo hay que saber tener buenos contactos que se terminen convirtiendo casi (o sin el casi) en amigos.
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Si quieres conocer un poquito más a Irene, pásate por su perfil de Instagram.
Verás qué ganas te entran de visitar Madrid.
